La Evolución del Scrum Argentino en el Rugby Internacional: Un Viaje de Pasión y Técnica
Por: Eduardo Costas
El rugby argentino ha experimentado una metamorfosis notable a lo largo de los años, y en el corazón de esta evolución se encuentra el scrum. Esta fase del juego, donde la fuerza, la técnica y la estrategia se entrelazan, ha sido un pilar fundamental en la identidad del rugby en nuestro país. En este contexto, el rosarino Andrés Bordoy, Entrenador Nacional de Scrum de la Unión Argentina de Rugby (UAR), ha jugado un papel esencial en la redefinición y mejora de esta faceta del rugby argentino, llevando el mensaje de excelencia y dedicación a todos los rincones del país.

El Compromiso de la UAR con el Desarrollo del Scrum
Durante su tiempo al mando, Bordoy ha confeccionado un pormenorizado informe que subraya el trabajo realizado en el área del scrum, evidenciando la importancia de esta fase en la estructura del juego argentino. Su enfoque ha estado centrado en el desarrollo y seguimiento de los primeras líneas en las Academias de la UAR y en el exterior. Esto no solo implica una planificación de ciclos de trabajo, sino también un profundo seguimiento individualizado para cada jugador, un aspecto que resalta la dedicación y el compromiso por mejorar la calidad del scrum argentino.
El trabajo en conjunto con árbitros es otra de las innovaciones que Bordoy ha implementado. Este enfoque busca no solo mejorar la técnica del scrum, sino establecer un diálogo constructivo entre los jugadores y los árbitros, lo que a su vez proporcionará un apoyo sustentable a la forma en que deseamos jugar el scrum en Argentina. Esta colaboración es clave para sentar las bases de un juego más fluido y acorde a la filosofía del rugby que promovemos.

La Historia del Scrum: Desde sus Inicios hasta la Actualidad
El scrum, tal como lo conocemos hoy, no siempre fue un elemento central en el rugby. Históricamente, su origen se remonta a las primeras versiones del juego en Inglaterra, donde el rugby comenzó a tomar forma en las escuelas públicas a principios del siglo XIX. Se dice que los jóvenes de la época, al no contar con grandes espacios para jugar, se entretenían en una especie de pulseada. Este juego, que consistía en empujar y retroceder al grupo opositor, sentó las bases de lo que eventualmente se transformaría en el scrum.
Con el tiempo, las universidades, como la de Cambridge, empezaron a formalizar las reglas del rugby, buscando crear situaciones que permitieran reiniciar el juego tras un tackle. Aunque el scrum no estaba formalmente descrito en las primeras reglas de 1848, su práctica era habitual, y con el paso de los años, su importancia fue creciendo, dando lugar a la figura del especialista: los forwards, que se destacaban por su fuerza y capacidad técnica.
El Scrum Argentino: Un Reflejo de la Identidad Nacional
En Argentina, el scrum ha sido siempre un símbolo de resistencia y trabajo en equipo. La cultura del rugby en el país se ha forjado en base a la pasión y la entrega, y el scrum es una representación tangible de estos valores. La UAR ha entendido que para competir a nivel internacional es crucial perfeccionar esta técnica, y la dedicación de Bordoy y su equipo es prueba de ello.
El compromiso del rugby argentino con la mejora continua del scrum no solo se trata de fortalecer a los jugadores en el campo, sino también de construir una identidad colectiva. El scrum se ha convertido en una forma de reivindicar nuestra historia y nuestros valores, un momento en el que los jugadores se unen para empujar hacia adelante, reflejando el espíritu indomable del pueblo argentino.
Perspectivas Futuras: Hacia un Scrum Global
A medida que el rugby continúa evolucionando, el scrum argentino también debe adaptarse a las tendencias y cambios del juego internacional. La UAR, bajo la dirección de Bordoy, tiene la visión de no solo afianzar su lugar en el rugby mundial, sino de liderar en la técnica del scrum. El trabajo en equipo, la planificación estratégica y la formación de jugadores son componentes esenciales en este proceso.
El enfoque de Bordoy en la formación de los árbitros y la mejora del diálogo entre ellos y los jugadores es un paso adelante hacia un rugby más justo y fluido. Este tipo de iniciativas no solo beneficiarán al scrum argentino, sino que también contribuirán a elevar el nivel del rugby en el continente y más allá.
Conclusión: La Pasión del Scrum Argentino
El viaje del scrum argentino es un relato de pasión, trabajo y dedicación. Desde sus humildes orígenes hasta su posición actual como un elemento crucial del juego, el scrum ha sabido adaptarse y evolucionar, al igual que el rugby argentino. Con Andrés Bordoy al timón del desarrollo del scrum, el futuro se vislumbra prometedor. La UAR, a través de su compromiso con la mejora continua y la formación de jugadores, no solo está construyendo un equipo más fuerte, sino también forjando una identidad que resuena en cada rincón del país. En cada scrum, se escucha el latido del rugby argentino, un eco de fuerza y unidad que nos impulsa hacia adelante.
