El “bulldog” riojano Luciano González Rizzoni hizo historia: fue elegido como el mejor jugador del mundo en rugby seven en 2025. El reconocimiento llegó luego de la Gran Final del circuito en Los Ángeles, donde los Pumas 7s finalizaron cuartos tras caer ante Nueva Zelanda. A sus 28 años, el jugador formado en el Club Social Rugby de La Rioja y La Tablada RC de Córdoba, se convirtió en el tercer argentino en lograr este premio, después de Marcos Moneta (2021) y Rodrigo Isgró (2023).
Con la emoción a flor de piel, Luciano lloró en la ronda final del equipo. Tuvo que secarse las lágrimas y volver a tierra antes de subir al escenario. “No sé si soy un líder, le debo todo al equipo. Todos tiramos para el mismo lado, es un reconocimiento grupal”, expresó con humildad. También destacó el trabajo de Santiago Gómez Cora: “Santi es el cerebro del equipo. Estoy orgulloso de formar parte de su proyecto hace tantos años”.
Pero el camino del bulldog no fue fácil. Nacido en San Luis, criado en Villa General Belgrano y con raíces profundas en La Rioja, González se formó en el Club Social Rugby, donde dio sus primeros pasos con la ovalada, siguiendo su formación en La Tablada de Córdoba, el club de su padre Daniel González. Su historia de sacrificio inspira: “Me levantaba a las 5 de la mañana, mi hermano me llevaba a Córdoba a entrenar. Comía con él, entrenaba y volvía a casa a la 1 o 2 de la madrugada. Mi vieja me esperaba con la comida caliente. Fueron años duros para toda la familia, pero apostaron por mí”, recordó en una entrevista con LA NACION.
Con 22 tries en 36 partidos durante la temporada, Luciano fue una pieza clave para los Pumas 7s. Su potencia física, su hand-off destructivo y su capacidad para romper defensas lo transformaron en el arma principal.
