GONZALO QUESADA Y SU PASO DE JUGADOR A COACH

A través del podcast Clank Media, Gonzalo Quesada reflexiona sobre su transición de jugador a coach, los desafíos de dirigir en el alto rendimiento y la evolución de un deporte que combina pasión, táctica y constante reinvención.

GONZALO QUESADA SU PASO DE JUGADOR A COACH

Tras retirarse como jugador en 2007, Quesada inició inmediatamente su carrera como entrenador: “En 2007, cuando terminó el RWC 2007, el nuevo entrenador de Francia, Marc Lièvremont, me preguntó si quería ser asistente encargado del juego de patadas. Fue una oportunidad increíble para aprender. Dejé de ser jugador en noviembre y en marzo ya estaba en el staff del seleccionado francés. No tuve tiempo de extrañar el juego activo porque me sumergí de lleno en este nuevo desafío.”

Sobre la evolución del juego, analiza: “El rugby de hoy es otro deporte comparado con cuando yo jugaba. Antes tenías 25-30 minutos de pelota en juego; ahora son 40-42. Los forwards ya no son solo grandes tipos fuertes, hoy necesitan la habilidad de un back y la resistencia de un medio scrum”.

De su etapa en Jaguares en 2019, recuerda: “Fue probablemente la experiencia más linda de mi carrera como entrenador. Llegamos a la final del Super Rugby con un grupo increíble. Lo más valioso fue cómo logramos crear una identidad de juego”. Sobre no dirigir a los Pumas, reflexiona: “Mucha gente me preguntó por qué no me eligieron después de Mario Ledesma. La verdad es que entendí la decisión. Michael Cheika venía de dirigir en Australia y tenía una visión clara. Yo en ese momento ya estaba comprometido con otros proyectos. No hay resentimiento, al rugby argentino le ha ido bien y yo he crecido muchísimo en Italia.”

Su atención al detalle viene desde su época como pateador: “En Francia siempre llevaba 10 pelotas oficiales en el baúl del auto, todas infladas a 9.5 psi exactos. Mis compañeros se reían, pero para mí era clave entrenar con el mismo material que usaría en el partido”. Con visión de futuro, plantea: “Mi contrato con Italia va hasta 2027. El objetivo es dejar las bases para que el rugby italiano siga creciendo. No se trata solo de resultados inmediatos, sino de crear una estructura que permita competir consistentemente”.

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